Adrián de Torres está "encerrado" en el campo con la cabeza puesta en el toro. Además, el novillero mantiene el excelente momento que le hizo cortar una oreja en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid en las ganaderías de reses bravas. Torea despacio, baja la mano, templa las embestidas, compone la figura con una estética tremenda y es capaz de trazar una faena de principio a fin. Precisamente, este fin de semana, lo demostró en la lidia de un toro. Lo hizo arropado de un grupo de empresarios y amigos, que se han convertido en fieles colaboradores. Aquí dejamos una fotografía que denota la estética que transmite el novillero hasta en las faenas de campo. Para mañana, el reportaje entero.
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