Adrián de Torres toreó, ayer, en la Plaza de Toros de La Vega de Villoria (Salamanca). Los aficionados salieron del coso con un magnífico sabor de boca, ya que el novillero linarense dejó su clase, arte y torería. Cortó una oreja en el primer astado y en el segundo dio la vuelta al ruedo después de que el presidente no accediera a conceder otro trofeo, por lo que fue abroncado. Hubo media plaza de público. Adrián de Torres recibió al primer novillo con lances a la verónica a pies juntos. Luego, con la muleta, se colocó en los medios para comenzar la faena de muleta con estatuarios. Después, lidió con mucha clase y temple por ambos pitones para terminar con unas escalofriantes manoletinas. Dejó una buena estocada al segundo intento y paseó una oreja. En cambio, el quinto toro fue más complicado. Se mostró bronco en el engaño y en cada viaje calamocheaba en busca de la muleta, lo que complicó considerablemente la lidia. Fue el peor de la tarde de la ganadería de El Collado. No obstante, Adrián de Torres fue capaz de templarlo y aguantarle para, poco a poco, sacarle faena. Al final, le sirvió. Pinchó y dejó una espectacular estocada. Sin embargo, el presidente no accedió a la petición de trofeo, por lo que fue abucheado por el respetable.
(Mañana, todas las fotografías de la novillada en el Facebook de Adrián de Torres)
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